52
Historias que curan
El origen de toda nuestra búsqueda que nos ha llevado a recorrer el mundo en los últimos 38 años, nos ha movido la certeza de que hay historias que pueden curar. El teatro como medicina, como indagación de arquitecturas y estructuras mágicas donde la evocación de eventos reales o imaginarios produce beneficios, placer, emoción, catarsis. Hemos encontrado chamanes en Rusia, México, Canadá, Perú, India, Bolivia, Nepal, en Etiopía, en Chile y cada vez intentamos recolectar fragmentos de una sabiduría ancestral.
El miedo a la oscuridad, la pérdida de un familiar, las heridas del amor producen llagas dolorosas que únicamente ciertas historias pueden sanar.
A lo largo de estos años hemos construido espectáculos con papel filigrana sobre el cual se han impreso elementos de esta búsqueda.
Usando la ligereza y entrenandonos en ella elaboramos historias en las que la enfermedad y el sanar siempre han estado presentes; de “Ícaro” a “Así se tiraba el destino” pasando por “Nebbia” o “Donka” hasta llegar a “Per Te”.
Conocí a Pablo muchos años atrás en México y nació entre nosotros una profunda amistad. Lo llevé conmigo a Canadá y luego se integró a la Compañía cuando hice la nueva versión de Maldita Canalla la Soledad.
En Buenos Aires hace algunos años me contó de un proyecto suyo y en estos años lo he visto desarrollarse y crecer, maravillándome de la sutileza del intento y la poesía del resultado.
Esta nueva creación nos permitirá volver a las raíces de nuestro modo de pensar el teatro hecho de cercanía con el público, de búsqueda de empatía, ligereza y encanto. Será también un modo de reflexionar sobre todo el trabajo hecho en estos 38 años de continuo crear lúdico.
52 es el número de una calle que no existe en el mapa de dos visionarios urbanistas. Es la reconstrucción de una noche en la que un padre, médico, jugador de rugby es asesinado por un grupo de sicarios; es también la descripción de un método que Pablo descubrió de un modo y que con la Compañía inventamos de otro para hacer surgir historias que curan.
Este proyecto nos permitirá reencontrarnos con amigos médicos y amigos arquitectos; con ellos reflexionaremos sobre la belleza, la anamnesis, la cartografía, el radiografiar y, por último, la construcción de modelos y maquetas que representan sueños y emociones escondidos en rincones secretos.
Daniele Finzi Pasca,
Diciembre 2020
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“Me pregunto ¿qué significa reconstruir una tragedia? ¿Será volver al fragmento cero de la pesadilla para organizar las esquirlas de aquel dolor? ¿O será volver a contar(se) la historia, amasarla, reinventarla y compartirla hasta disolver el veneno?
Las ausencias, la falta, el plomo y la pólvora, la alegría y la vida congeladas por los Falcon verdes. Una ciudad en la mesa de disección. La Plata año 1975 como el escenario de este recorrido en busca de Mario, mi papá, de la historia que nos liga para siempre como espejo brumoso y fragmentado de otras historias, tantas, marcadas indeleblemente por ese tiempo de balas y alas.”
Pablo Gershanik
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En 2017 siguiendo un proceso curativo, Pablo Gershanik, colaborador de la Compagnia Finzi Pasca desde hace mucho tiempo, construye una maqueta La Plata (Argentina), su ciudad natal. Allí construye en miniatura diversas escenas que suceden contemporáneamente en una fecha precisa para así interrogarse sobre cómo el arte puede curar un drama, personal y colectivo y cómo se produce, en general, el proceso de la resiliencia.
El resultado obtenido tiene un valor tan grande que Pablo, junto con la Compañía, deciden transformar esta investigación en un espectáculo teatral.
Ponemos en escena la contemporaneidad de los eventos, buscamos contar, con la ligereza de una pluma, temas complejos.
En la maqueta original de Pablo están representados algunos eventos que suceden en un barrio de la ciudad de La Plata (Argentina) y simultáneamente en el resto del mundo, una noche hace 45 años.
Los números de una tómbola imaginaria abrirán capítulos que evocan coincidencias, la historia de un médico, la pasión por el rugby y la brutal ejecución de un joven padre.
Al final de la tarde, al principio de la noche, un casamiento acaba de celebrarse en la catedral; le sigue una fiesta durante la cual dos familias dialogan, intercambian historias y pequeñas anécdotas.
El novio es argentino, la novia y la familia que la acompaña, vienen de lejos.
En el centro del escenario hay una gigantesca torta de casamiento y representando los diferentes personajes, un actor poliédrico y carismático.